De acuerdo con las recomendaciones anteriores, el modo de lograr un consumo más responsable se debe enfocar en los servicios alternativos al consumo tradicional, en lugar de optar por productos que, incluso aunque se produzcan de forma más consciente, todavía se crean desde cero, por lo que tienen un impacto mayor que un producto que ya existe.
Algunos ejemplos de buenas prácticas de consumo responsable serían:
Para obtener más ejemplos, se puede visitar el directorio online Good on You, que califica las marcas de moda según la sostenibilidad del planeta, las personas y los animales.
“H&M Let's close the loop” es un programa de recolección de prendas que ha recogido 18,800 toneladas de ropa y textiles desechados, por un volumen equivalente a 94 millones de camisetas. Las personas llevan la ropa que no desean a la tienda y reciben un cupón para una próxima compra. La ropa recogida se revende en tiendas de segunda mano o se procesa para fabricar fibras o materiales aislantes.
Cada vez hay más marcas emergentes que están abordando estos problemas de la industria de la confección. Sin embargo, hay que destacar que ninguna marca de moda puede ser considerada como ejemplo, debido a una falta de transparencia en sus procesos y prácticas sociales y ambientales que persiste aún.
Existen algunas firmas dentro del marco de la moda sostenible que merecen ser mencionadas por las buenas prácticas en sus procesos:
Es importante tener en cuenta que, debido a la falta de transparencia en la industria, no es posible catalogar a ninguna marca de moda como un ejemplo absoluto. Para más opciones, consulta el directorio online Good on You, en el que se califica las marcas de moda en función de la sostenibilidad del planeta, las personas y los animales.
Tanto los consumidores como las empresas deben por igual identificar y aplicar buenas prácticas.
Los consumidores deben buscar marcas sostenibles que trabajen éticamente y presenten cadenas de valor transparentes, en las que se informe de dónde y cómo se obtienen las materias primas y cómo es su proceso de transformación.
También pueden informarse sobre marcas que respetan las certificaciones laborales y medioambientales, disponibles en sitios como la Coordinadora Estatal de Comercio Justo o requiriendo certificaciones de cumplimiento de derechos laborales, como la SA 8000 (su sitio web también presenta información sobre la estrategia de la Unión Europea para garantizar los derechos humanos en textiles sostenibles).
Además, las empresas pueden influir en el comportamiento de sus clientes a través de sus campañas de comunicación, como lo hizo Patagonia durante el Black Friday, con su campaña "No compres esta chaqueta", incentivando a sus clientes a no comprar ropa ese día. Este tipo de campañas no solo transmiten los compromisos y valores de la marca al público, sino que también animan a los consumidores a comportarse de forma más sostenible.
La Campaña Ropa Limpia es una red global que se extiende por 45 países y conecta a diferentes actores de la industria, como organizaciones cívicas y sindicatos laborales. Su objetivo es asegurar que los derechos fundamentales de los trabajadores sean respetados, y para ello educan y movilizan a los consumidores.
Es difícil saber qué marcas de moda son realmente sostenibles debido a la falta de transparencia en sus procesos y prácticas ambientales. Sin embargo, algunas firmas merecen ser destacadas por sus buenas prácticas, mientras que otras merecen ser criticadas por su falta de acción.
Ejemplos de buenas prácticas: