Está aumentando la conciencia de que el modelo de consumo de bajo coste "usar y tirar" no es sostenible. Entre sus principales consecuencias están el exceso de residuos y el cambio climático, pero también la desigualdad, la explotación laboral y la dependencia económica de muchas comunidades pobres respecto a las grandes empresas multinacionales. Ante el despilfarro inconsciente, la necesidad de apostar por un consumo responsable ha movido a grandes organismos como la ONU y la UE a establecer entre sus objetivos el SGE12 de "Consumo y Producción" responsable. El objetivo principal de CARE (Consumption Awareness for Responsibility towards the Environment) se centra en la esfera privada del consumo, en las personas y en las familias. El consumo se produce a lo largo de toda la vida y la educación para el consumo responsable y consciente debe formar parte de la formación transversal, algo que ha empezado a ocurrir recientemente pero que no ha llegado a los que ya son adultos maduros.
CARE ofrecerá esta formación a los consumidores adultos, con el objetivo de proporcionar información objetiva e imparcial sobre los efectos económicos y medioambientales de sus decisiones de consumo, abarcando también preocupaciones sociales como las condiciones de trabajo, las diferencias de género y el impacto cultural de la producción de bienes y servicios. El objetivo de CARE es aumentar la conciencia social y medioambiental y la percepción del valor cultural de los hábitos tradicionales y más rigurosos, para así promover un consumo responsable, a través de la reutilización, el reciclaje, la preferencia por los productos de proximidad, la reducción de los residuos y el reciclaje de agua y energía, el uso moderado, etc. La necesidad de un proyecto como CARE aumenta precisamente en este momento, en el que se vislumbra el fin de la pandemia del CoVid-19 y se puede anticipar la expectativa de un repunte sin precedentes en el consumo de las personas y las familias una vez que se alivien las restricciones.
Las áreas en las que se centrará CARE son cuatro: la alimentación responsable, basada en productos naturales, poco procesados, locales y de temporada; la movilidad responsable, a través de medios de transporte no contaminantes y saludables en la vida cotidiana y en los largos desplazamientos, tomando también conciencia del impacto social del turismo de masas; la vestimenta responsable, fomentando la adquisición de prendas resistentes y duraderas, la reutilización y aportación de materiales reciclados; y el uso responsable de los recursos para minimizar y optimizar el reciclaje de agua y energía, la adecuada gestión de los residuos, etc, y tomando conciencia de los impactos que los bienes que utilizamos han producido a lo largo de su cadena de valor.
CARE también abordará la vertiente de la oferta, proporcionando una puerta a la generación de ideas e iniciativas emprendedoras basadas en modelos de negocio sostenibles y responsables, pero su foco central está puesto en los consumidores, entendiendo que es la demanda la que genera una oferta adaptada a sus necesidades, y es precisamente actuando sobre esa demanda como puede dar lugar a la creación de empresas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente y la sociedad.
Alimentación
Movilidad
Vestimenta
Uso de recursos