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Consumo responsable en el uso de los recursos

Básico
Consumo responsable en el uso de los recursosPulsa para leer  

Buenas prácticas:

 

Los productos locales o de “kilómetro cero” evitan las emisiones de la refrigeración o el transporte y ayudan a impulsar la economía local. La administración podría fomentar el consumo local, por ejemplo, mediante la emisión de vales de descuento para ser canjeados en las empresas y negocios locales.

La energía renovable. Promover el uso de fuentes de energía renovables contribuye a la transición energética y al uso eficiente de nuestros recursos naturales. También es importante utilizar la energía de forma responsable, reduciendo consumos innecesarios e invirtiendo en empresas que apliquen criterios de eficiencia y sostenibilidad en toda la cadena de valor.

Wallapop: es una app de comercio de segunda mano que ha lanzado una campaña publicitaria bajo el lema "lo hecho, hecho está", que promueve un consumo más responsable y sostenible a través de la reutilización y reciclaje de objetos. Frases como "lo nuevo es hacer menos cosas nuevas" y "lo hecho, hecho está, y lo mejor que podemos hacer es usarlo" son algunos de los mensajes que resumen la campaña.

El greenwashing, también conocido como eco-blanqueo, es una mala práctica que consiste en orientar la imagen de marketing de una organización o empresa hacia un posicionamiento ecológico mientras sus acciones van en contra del medio ambiente.



El peso de la economía en el consumo de recursosPulsa para leer  

Buenas prácticas:

La transición a una economía circular concierne a todos los actores del sistema económico. Las empresas, principales protagonistas del cambio hacia un modelo productivo más sostenible, deben incorporar buenas prácticas, como las siguientes:

- Too Good To Go: aplicación móvil que conecta a los clientes con locales que tienen excedentes de alimentos no vendidos. El servicio cubre las principales ciudades europeas y ha comenzado a operar en Norteamérica.

- Renault: la marca francesa ha creado la planta ReFactory pionera en Europa dedicada a la economía circular y con la que se espera que facture 200 millones de euros para 2025. 11 millones de automóviles terminan su vida útil cada año en Europa y esta industria vierte grandes cantidades de residuos, productos químicos tóxicos y metales en vertederos. Sin embargo, el 85% de los materiales del automóvil se pueden reciclar. Parte del proyecto es un nuevo taller capaz de reacondicionar 150 coches usados al día que son restaurados, fotografiados y vendidos de nuevo.  La planta también reacondiciona más de 1.600 piezas de automóviles diferentes.

 

- La marca Nestlé ha declarado: "nuestra ambición es hacer que el 100% de nuestros envases sean reciclables o reutilizables para 2025. Queremos asegurarnos de que ninguno de nuestros envases, incluidos los plásticos, termine en vertederos como basura, incluidos los océanos, lagos y ríos. También estamos reduciendo el uso de plástico recién fabricado, o plástico virgen, en un tercio para 2025".



Consumo de recursos, ciudadanos, Sociedad y culturaPulsa para leer  

Buenas prácticas:

Una buena práctica es utilizar apps que ayudan al consumo responsable, con diferentes objetivos como educar, informar, divertirse, localizar establecimientos de residuo cero, etc.

  • Mi pequeña huella de plástico: Se basa en resolver dudas, dar consejos y recomendaciones para reducir el consumo de plástico.
  • Residuo Cero: esta plataforma muestra los establecimientos donde comprar productos a granel o de residuo cero, a través de una búsqueda por categorías que muestra geolocalización.
  • Objetivos de Desarrollo Sostenible: esta aplicación de la ONU ofrece información actualizada sobre los ODS, para mostrar cómo todo el mundo puede contribuir a su cumplimiento y diseñar sus propias iniciativas. Además, permite recibir notificaciones personalizadas sobre los ODS.
  • TAP: encuentra agua en cualquier lugar. El objetivo de esta aplicación es cambiar el uso de botellas de plástico por otro tipo de envases. La aplicación indica dónde se puede rellenar la botella y geolocaliza fuentes de agua.
  • Otra buena práctica es el comercio justo. Muchas empresas comercian, a través de él, pues es un tipo de comercio sostenible que busca reducir el consumo innecesario, contribuyendo a mejorar la calidad de vida en el planeta, y el equilibrio medioambiental, al generar menos residuos y garantizar la protección de los derechos laborales y humanos de los productores.



Sostenibilidad medioambiental en el uso de los recursosPulsa para leer  

Buenas prácticas:

Danone: el 81% de los envases de Danone son reciclables, reutilizables o compostables. En 2019, la empresa redujo sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en aprox. una 1/4, cinco años antes de su compromiso para 2025 y, el de huella de carbono cero, en toda su cadena de valor, para 2050.

IKEA: con proveedores de aprox. 50 países, el negocio de IKEA tiene un impacto significativo en los bosques del mundo y en la industria maderera. Por ello, sitúa la gestión responsable de los bosques en el centro del negocio, exigiendo a todos los proveedores de madera de IKEA que cumplan elevados requisitos forestales. Trabaja con socios internacionales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Forest Stewardship Council® (FSC), para combatir la degradación de los bosques y la deforestación; promoviendo la importancia de la gestión forestal responsable en toda la cadena de valor.
 

Tiendas Éticas Oxfam: es una empresa de tiendas tanto físicas, como virtuales, de productos de comercio justo y segunda mano, que se caracterizan por estar gestionadas por voluntarios, sin ánimo de lucro, así como por una gama de productos de comercio justo y éticos, 100% naturales, servidos en envases sostenibles y enviados con una huella de carbono neutra. Ofrece una amplia variedad de productos: alimentación, moda, cosmética natural y artículos para el hogar. Su objetivo es contribuir a reducir la pobreza, trabajar por la igualdad, la inclusión y luchar contra el cambio climático.

España: nuevo impuesto sobre la producción de plástico, que se aplicará a partir del 1 de enero de 2023, con un tipo impositivo de 0,45 euros por kilogramo, para los envases de plástico no reciclados. Ello supondrá unos ingresos totales de más de 700 millones de euros que, probablemente, se utilizarán para el pago de la contribución española, a la tasa europea sobre el plástico.



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