Barnana es una empresa de alimentación sostenible que, como su nombre indica, reutiliza plátanos y bananas frescos que de otro modo se tirarían a la basura por su aspecto imperfecto.
La falta de estética hacía que los productores de plátanos ecológicos perdieran el 20% de su cosecha, lo que se traducía en un enorme desperdicio. Para garantizar unos salarios equitativos, Barnana compra frutas a pequeños agricultores e indígenas a precios un 30% superiores a los del mercado, y luego transforma los plátanos desechados en aperitivos fritos y otros alimentos.
La empresa también está ayudando a agricultores indígenas a ampliar el uso de técnicas de agricultura regenerativa, que a la larga pueden contribuir a mejorar la salud del suelo y la calidad del agua.
BuyCott es una aplicación para dispositivos móviles capaz de realizar compras coherentes con los principios de sostenibilidad medioambiental, social y económica. Basta con acercar el smartphone al código de barras del producto y ver la información que aparece en la pantalla. La app es capaz de determinar el tipo de mercancía y la empresa que la ofrece, y de reconstruir toda la cadena de producción. Buycott da la posibilidad de adherirse a campañas en favor del medio ambiente, los derechos civiles, de los animales o de la mujer. De este modo, al escanear el código de barras, la aplicación sugiere si boicotear el producto ("boicot") o proceder a la compra ("buycott"), en función de si refleja o no los principios a los que uno ha decidido adherirse.
A pesar de contar con una base de datos amplia y variada, todavía faltan muchas marcas y productos. Por eso, el equipo de jóvenes programadores estadounidenses que ha creado Buycott insta a los consumidores a informar de cualquier "pieza" que falte y enriquecer así la base de datos.
Alara Wholefoods ha sido pionera en lo que se refiere a prácticas de producción de alimentos sostenibles, siendo la primera empresa de cereales en recibir la certificación ecológica en 1988 y la primera empresa alimentaria del Reino Unido en lograr el residuo cero en 2008. Para reducir su efecto en el medio ambiente, sigue apostando por la sostenibilidad y trabajando con envases sin plástico y biodegradables.
Además de no producir residuos, Alara sólo utiliza electricidad procedente de fuentes renovables, como la energía hidráulica, solar y eólica, y colabora con la organización sin ánimo de lucro Rainforest Saver para compensar el carbono de los alimentos que vende.
El programa trabaja con agricultores locales para aplicar una técnica agrícola llamada cultivo en callejones Inga, que durante una vida útil de 20 años permitirá que cada Inga plantada atrape media tonelada de carbono.
Altromercato se creó con un propósito: promover un comercio justo que valore y proteja la tierra sin marginación ni explotación. Actualmente son la primera organización de comercio justo de Italia.
A través del comercio justo y la cooperación intergubernamental, crean efectos beneficiosos y oportunidades de desarrollo en todo el mundo. Crean cadenas de suministro éticas para sus materias primas, fomentando un uso de la tierra y unas prácticas de producción que protegen el medio ambiente y sus recursos.
Defienden los derechos de los trabajadores en todo el mundo y vigilan el cumplimiento de las normas éticas del comercio justo y la sostenibilidad social para garantizar su cumplimiento. Pagan siempre un precio razonable y garantizan así un reembolso justo.
Amplían su concepción del comercio fusionándola con la de la cooperación: a través de las compras de los clientes, apoyan directamente iniciativas que ayudan a las empresas con las que se asocian y a las comunidades donde desarrollan su actividad. Operan de acuerdo con los 10 principios de la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO).
Slow Food International es una organización internacional creada en 1989 para luchar contra la extinción de las culturas y tradiciones alimentarias locales, combatir el auge de la comida rápida y luchar contra el cada vez menor interés de la gente por los alimentos que consume, su origen y la forma en que nuestras elecciones alimentarias afectan al mundo que nos rodea.
Slow Food sostiene que la alimentación está indisolublemente ligada a muchos otros elementos de la vida, como la cultura, la política, la agricultura y el medio ambiente. Podemos alterar el mundo a través de nuestras elecciones alimentarias influyendo coordinadamente sobre el cómo se cultivan, producen y distribuyen los alimentos.
Slow Food concibe una sociedad en la que el mundo tenga acceso y disfrute de alimentos buenos para los consumidores, para los agricultores que los cultivan y para el medio ambiente.
Su filosofía se basa en tres principios interrelacionados: bueno, limpio y justo.
FOODTANK el think tank de la alimentación. Es una comunidad de personas de todo el mundo que comen de forma sana y nutritiva, col el deseo de impulsar el cambio, informar e inspirar a la gente.
Promueven y apoyan métodos ecológicos, sociales y económicos para reducir el hambre, la obesidad y la pobreza, y crean redes de personas, grupos y contenidos para promover cambios en el sistema alimentario. Los 7.000 millones de personas que deben comer cada día son el centro de atención de Food Tank. Al construir una red de conexiones e información para que todos la utilicemos e intercambiemos, aportan soluciones y estrategias respetuosas con el medio ambiente para paliar el hambre, la obesidad y la pobreza.
Agricultores, productores, responsables políticos, funcionarios, académicos, medios de comunicación y miembros de las comunidades financiera y de donantes pueden trabajar juntos a través del FoodTank para proponer soluciones sostenibles a problemas medioambientales y sociales acuciantes.
Giunko srl, una antigua start-up creativa y actual PYME especializada en la creación de soluciones basadas en la nube para el mundo móvil y web del sector de las tecnologías limpias, ha desarrollado la aplicación Junker.
Los usuarios pueden utilizar esta aplicación para clasificar su basura en casa sin cometer errores; todo lo que tienen que hacer es descargarla y escanear el código de barras del artículo que hay que desechar.
Junker divide los envases en los elementos o materiales que los componen y dirige a los usuarios a los contenedores de basura correspondientes de su barrio.
A través de la aplicación, los usuarios pueden acceder a todos los detalles sobre los horarios (actualizados) de recogida de distintos materiales en las diferentes zonas, así como activar notificaciones que sirvan de recordatorio. Hasta la fecha, la aplicación de Junker reconoce más de 1,5 millones de productos e indica todos los puntos de recogida cercanos: ecocentros, islas ecológicas, puntos de recogida de ropa usada, aceite usado, pilas y medicamentos.
Go Zero Waste permite identificar los comercios que venden productos "sin embalaje", es decir, sin envases ni plásticos, incentivando así a los consumidores para elegir empresas sostenibles, que pueden darse a conocer a los futuros clientes potenciales de su entorno suscribiéndose a esta plataforma.