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Consumo responsable en el uso de los recursos

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Consumo responsable en el uso de los recursosPulsa para leer  



Introducción:

Para 2050, se espera que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas, y eso significa que nuestro estilo de vida no podría mantenerse, al requerir más recursos naturales de os disponibles (agua, árboles, minerales, pescado, aire, petróleo, etc.)

El consumo responsable (CR) tiene como objetivo integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en las decisiones de conducta y compra, bajo los principios de:

- Reducción: limitación del consumo cuestionando la necesidad de la compra.

- Eficiencia energética: búsqueda de productos eficientes y de ahorro energético.

- Sostenibilidad: garantizar que los productos tengan el mínimo impacto medioambiental negativo una vez terminada su vida útil.

El consumo responsable busca avanzar hacia una economía más circular, que mantenga en circulación los materiales, productos y servicios durante el mayor tiempo posible, reduciendo su uso y la energía empleada, y recuperando de nuevo los "residuos" como fuentes de insumos.

Contenido del tema:

El consumo sostenible / responsable (CS/CR) de recursos implica el uso consciente de bienes y servicios, enfocado a minimizar el gasto de recursos y reducir las emisiones contaminantes.

El ODS 12 "Producción y consumo responsables" de la Agenda 2030 propuesto por la ONU revela que se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.

Los recursos naturales se pueden clasificar en:

1. Recursos no renovables: combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el carbón, la energía nuclear, minerales, etc., que tienen un suministro limitado y no pueden utilizarse de manera sostenible.

2. Recursos renovables. Elementos de la naturaleza que se regeneran o renuevan cada cierto periodo de tiempo, como los árboles, la radiación solar, el viento, los peces salvajes, etc., que también hay que cuidar porque su uso y consumo excesivo puede llevar a su extinción.

La economía lineal de "usar y tirar" tiene consecuencias ambientales, ya que favorece el calentamiento global, que conduce al cambio climático y al agotamiento de los recursos.

 

La transición de un modelo de economía lineal a uno circular puede mitigar estos efectos negativos del consumo, pero, hasta ahora, las acciones para promoverlo se han centrado principalmente en el papel de las empresas y las industrias, ignorando el papel del consumidor, que resulta igualmente esencial en esta transición.

El consumo y la producción sostenibles consiste en hacer más y mejor con menos. Eso significa disociar el crecimiento económico de la degradación ambiental, aumentar la eficiencia de los recursos y promover estilos de vida sostenibles.

El consumo responsable, también llamado consumo ecológico, ético, crítico o verde, comporta ser consciente de las limitaciones del suministro de recursos naturales y está representado por consumidores comprometidos, debidamente informados de los efectos de sus decisiones de compra, que tratan de mitigar sus impactos negativos.

Convertir a los consumidores en prosumidores (consumidores proactivos, comprometidos y responsables) será la clave para avanzar hacia una economía circular e incluso hacia un modelo de “residuos cero” cuyo objetivo es eliminar todos los vertidos a la tierra, el agua y el aire que amenazan la vida del planeta.

Buenas prácticas:

 

Los productos locales o de “kilómetro cero” evitan las emisiones de la refrigeración o el transporte y ayudan a impulsar la economía local. La administración podría fomentar el consumo local, por ejemplo, mediante la emisión de vales de descuento para ser canjeados en las empresas y negocios locales.

La energía renovable. Promover el uso de fuentes de energía renovables contribuye a la transición energética y al uso eficiente de nuestros recursos naturales. También es importante utilizar la energía de forma responsable, reduciendo consumos innecesarios e invirtiendo en empresas que apliquen criterios de eficiencia y sostenibilidad en toda la cadena de valor.

Wallapop: es una app de comercio de segunda mano que ha lanzado una campaña publicitaria bajo el lema "lo hecho, hecho está", que promueve un consumo más responsable y sostenible a través de la reutilización y reciclaje de objetos. Frases como "lo nuevo es hacer menos cosas nuevas" y "lo hecho, hecho está, y lo mejor que podemos hacer es usarlo" son algunos de los mensajes que resumen la campaña.

El greenwashing, también conocido como eco-blanqueo, es una mala práctica que consiste en orientar la imagen de marketing de una organización o empresa hacia un posicionamiento ecológico mientras sus acciones van en contra del medio ambiente.

Desafíos actuales y futuros:

El consumo responsable concierne a todas las partes involucradas en la producción y el consumo: gobiernos, empresas y sociedad.

Desafíos de los consumidores:

 

- Aumentar el conocimiento sobre los impactos de sus decisiones de consumo. 

- Extender la educación ambiental para aumentar la motivación ecológica desde la infancia.

- Convertirse en consumidores proactivos, comprometidos y responsables (prosumidores).

Retos de las empresas:

- Apostar por la producción de artículos más duraderos, reparables y renovables.

- Mejorar los sistemas de fabricación y logística para ser más eficientes.

- Desarrollar modelos de negocio responsables y aprovechar las oportunidades de la economía circular.

- Descartar la práctica del greenwashing.
 

Desafíos para el gobierno y el sector público:

- Incorporar la educación ambiental y el consumo responsable en los currículos educativos.

- Mantener vivas campañas permanentes de sensibilización y recomendaciones sobre consumo responsable.

- Apoyar el avance hacia la economía circular
 

Desafíos para otras partes interesadas:

- Desarrollar investigaciones sobre el comportamiento del consumidor para apoyar científicamente las campañas y medidas para el consumo responsable.

- Aumentar la investigación y la innovación para reducir la demanda de recursos en todos los sectores.

- Potenciar el papel clave de las entidades medioambientales y las asociaciones de consumidores para el consumo responsable.

- Estimular la participación de la ciudadanía y el intercambio de buenas prácticas y casos de éxito.



El peso de la economía en el consumo de recursosPulsa para leer  



Introducción:

Cada día recibimos más de 3.000 mensajes publicitarios tratando de convencernos de que consumir nos hará más felices. Pero sabemos que se están agotando nuestros recursos, que el planeta que habitamos es finito, y que, si continuamos así, comprometeremos seriamente el futuro de las próximas generaciones.

La respuesta económica a este reto radica en la economía circular, que consiste en un modelo de producción y consumo que implica reutilizar, reparar y reciclar materiales y productos para usarlos el mayor tiempo posible, extender su ciclo de vida y reducir al mínimo los residuos.

 

Cuando un producto termina su vida útil, sus materiales se recuperan para ser utilizados productivamente una y otra vez, tratando de alcanzar la producción de “cero residuos”.
El modelo económico lineal tradicional -basado principalmente en el concepto de "usar y tirar"- se ha vuelto obsoleto y necesitamos crear empresas sostenibles y resilientes que aporten valor desde un punto de vista ambiental y social.

Impacto/Beneficios:

El consumo responsable por parte de los ciudadanos es uno de los motores de la economía circular. La economía circular implica crear modelos de negocio responsables basados en la creación de valor real. Así, la viabilidad económica y la rentabilidad se combinan con la utilidad a la sociedad y el servicio a la comunidad. Esto es lo que se llama Responsabilidad Social Corporativa.

La aplicación de la economía circular tiene un impacto directo en la lucha contra el cambio climático y la reducción de residuos. Impulsada por el diseño y respaldada por el uso de energías y materiales renovables, la economía circular revoluciona la forma en que creamos, producimos y consumimos.La economía circular se centra en el ahorro en las cantidades de material, mano de obra, energía y capital que se incorporan al producto. Su objetivo es "diseñar sin residuos", tratando de convertir los consumibles (de uno o pocos usos) en productos duraderos (de años de uso). El ahorro de materiales puede lograrse mediante actividades de reciclaje y remanufactura, con el objetivo final de una "economía de cero residuos".

Asimismo, la aplicación de los principios de circularidad a la industria y la construcción podría conducir a una reducción del gasto de materiales (y costes), la optimización del uso de energía, la reutilización o reciclaje de materiales de alto valor, la reducción de la producción de plásticos y, por ende, de la generación global de residuos plásticos.

Al abordar las ineficiencias estructurales a lo largo de las cadenas de suministro, la economía circular ofrece abundantes oportunidades para la creación de valor a la industria, en campos como el desarrollo de la logística de envases retornables, el mercado de segunda mano, los servicios de reacondicionamiento, la producción, el uso y el mantenimiento de vehículos de bajo impacto para la distribución, etc.

Según Accenture, las prácticas de economía circular (EC) generará 4,5 billones de dólares hasta 2030, cerrando la brecha de la circularidad.

La economía circular ofrece enormes oportunidades para crear los llamados 'empleos verdes', tanto directa como indirectamente. Según el Foro Económico Mundial de Davos, la economía circular representará un valor de mercado de 4.100 millones de euros hasta 2030, y una creación de empleo de 6 millones de puestos de trabajo.

Buenas prácticas:

La transición a una economía circular concierne a todos los actores del sistema económico. Las empresas, principales protagonistas del cambio hacia un modelo productivo más sostenible, deben incorporar buenas prácticas, como las siguientes:

- Too Good To Go: aplicación móvil que conecta a los clientes con locales que tienen excedentes de alimentos no vendidos. El servicio cubre las principales ciudades europeas y ha comenzado a operar en Norteamérica.

- Renault: la marca francesa ha creado la planta ReFactory pionera en Europa dedicada a la economía circular y con la que se espera que facture 200 millones de euros para 2025. 11 millones de automóviles terminan su vida útil cada año en Europa y esta industria vierte grandes cantidades de residuos, productos químicos tóxicos y metales en vertederos. Sin embargo, el 85% de los materiales del automóvil se pueden reciclar. Parte del proyecto es un nuevo taller capaz de reacondicionar 150 coches usados al día que son restaurados, fotografiados y vendidos de nuevo.  La planta también reacondiciona más de 1.600 piezas de automóviles diferentes.

 

- La marca Nestlé ha declarado: "nuestra ambición es hacer que el 100% de nuestros envases sean reciclables o reutilizables para 2025. Queremos asegurarnos de que ninguno de nuestros envases, incluidos los plásticos, termine en vertederos como basura, incluidos los océanos, lagos y ríos. También estamos reduciendo el uso de plástico recién fabricado, o plástico virgen, en un tercio para 2025".

Desafíos actuales y futuros:

La economía era solo un 8.6% circular en 2021. Nuestro sistema económico se basa en la explotación imprudente de los recursos del planeta, generando problemas ambientales, ecológicos, sociales y de salud. El empleo de recursos vírgenes para el 91,4% de la economía supone una importante "brecha de circularidad" vinculada a prácticas empresariales ineficientes.

Hablamos aquí de conceptos como cadena de valor sostenible que generen relaciones de confianza entre todos los actores involucrados, con enfoque ganar-ganar, promoción del emprendimiento sostenible, innovación social, modelos de negocio responsables, transparencia empresarial, educación e información a los consumidores, desarrollo de mercados sostenibles, financiación e indicadores económicos de sostenibilidad (índices bursátiles de negocios éticos), etc.

La sostenibilidad implica el ahorro de costes al reducir el uso de recursos y desechos, y al promover una economía local. La sostenibilidad es económicamente rentable y es una apuesta estratégica duradera para el futuro: estamos ante un nuevo paradigma.

El programa Next Generation es una gran oportunidad para avanzar hacia una economía más circular. El presupuesto a largo plazo de la UE, junto con este programa temporal diseñado para impulsar la recuperación, forman el mayor paquete de estímulo jamás financiado en Europa. Un total de 2018 billones de euros están ayudando a reconstruir una Europa posterior a la COVID-19: “será una Europa más verde, más digital y más resiliente”.

Referencias:

CE: una cuestión de diseño (ONU, 2021)
https://www-admin.unido.org/lm_auth_proxy?DoLMLogin?curl=L2fstoriesL2fcircularL2deconomyL2dquestionL2ddesignL3f_gaL3d2L2e40738859L2e820119244L2e1673807092L2d970145265L2e1673807092&curlid=834566825-2158909443&curlmode=0

Revista técnica de medioambiente. Lanzamiento de la Alianza Global sobre Economía Circular y Eficiencia en el Uso de los Recursos.
https://www.retema.es/actualidad/ue-lanza-alianza-global-sobre-economia-circular-eficiencia-recursos

Por qué la fabricación innovadora y la circularidad son clave para una industria manufacturera resiliente después de COVID-19 (ONU, mayo de 2020)
https://www.unido.org/news/why-innovative-manufacturing-and-circularity-are-key-resilient-manufacturing-industry-post-covid-19

Accenture (2021). Ganar consumidores con una economía circular:
https://www.accenture.com/es-es/insights/local/memoria-sostenibilidad

CE: Plan de Recuperación para Europa:
https://commission.europa.eu/strategy-and-policy/recovery-plan-europe_es

ReFactory de RENAULT:
https://www.infobae.com/autos/2022/11/06/refactory-la-planta-francesa-donde-se-reciclan-autos-y-partes-para-devolverlos-a-la-calle



Consumo de recursos, ciudadanos, Sociedad y culturaPulsa para leer  



Introducción:

El consumo responsable de recursos (CR) no es solo ser consciente de su impacto en el medioambiente. CR se puede definir como la toma de conciencia, por parte de los consumidores, sobre sus derechos y deberes, como actores en el mercado, respecto a los demás, así como de la existencia de otras comunidades y países.

El consumo responsable implica detenerse antes de comprar compulsivamente, pensando en lo que es necesario. Un consumidor socialmente responsable adquiere y utiliza productos desde una nueva perspectiva, que tiene en cuenta la sostenibilidad, pero también las repercusiones políticas, culturales, sociales y económicas relacionadas con la forma en que se producen los bienes. Los consumidores responsables se preocupan por la sociedad y el medioambiente, para promover un entorno saludable y favorable para todos, tratando de consumir lo que realmente se necesita, reduciendo su impacto para garantizar una mejor calidad de vida,  presente y futura.

Estos nuevos consumidores se preocupan por cómo se obtienen los recursos, por las personas y las condiciones de vida -y trabajo-, de los lugares de donde proceden.

La inquietud por los efectos más negativos de la globalización, la pobreza, la igualdad de género, los derechos humanos y laborales, y el respeto a otras culturas y la diversidad, también, están presentes en esta nueva forma de consumo.

El CR es un acto consciente, que elude la presión de la publicidad y las modas impuestas. Es ético, con valores como la responsabilidad, la austeridad, el respeto a los derechos de los productores y al medio ambiente, bajo los principios de no discriminación y no explotación.

Impacto/Beneficios:

El CR actúa, principalmente, en los siguientes cuatro ámbitos:

1. SOCIAL: el CR implica una forma de consumo ético y respetuoso, que sensibiliza hacia la solidaridad junto a generaciones futuras. Es crítico ya que cuestiona las condiciones en las que se producen los bienes, teniendo poder de transformación social.  A través de gestos cotidianos, el CR puede contribuir a un cambio significativo en las reglas y pautas de producción, y consumo, de la sociedad.

2. CULTURAL: la cultura de consumo ha evolucionado convirtiéndose en un hecho global que ha modificado nuestra identidad, pasando de la austeridad, al despilfarro. El CR inspira a tener hábitos más saludables, a tener presente el valor de las tradiciones, además de ser una poderosa fuente de bienestar y felicidad para vivir más en consonancia con valores sólidos y solidarios, con otros pueblos y con las generaciones futuras.

 

3. JURÍDICA Y LABORAL: Aunque, desde los poderes públicos, se dictan normas para que la economía sea sostenible y respetuosa con los derechos humanos, es el consumidor individual quien elige cómo consumir. El CR tiene en cuenta las condiciones de trabajo países del tercer mundo, el respeto a los derechos de los niños y las mujeres, el valor de otras culturas, la diversidad y las tradiciones que mantienen la riqueza multicultural de nuestro Mundo.

4. DERECHOS HUMANOS: el CR considera el respeto a los derechos humanos y las condiciones de vida en los lugares donde se obtienen los recursos. A menudo, el dominio de recursos críticos implica presión y violencia sobre las comunidades e, incluso, su explotación legítima no siempre beneficia equitativamente a sus habitantes. Por ello, un consumo atento redundará en una mejora de las condiciones de vida y trabajo.

Buenas prácticas:

Una buena práctica es utilizar apps que ayudan al consumo responsable, con diferentes objetivos como educar, informar, divertirse, localizar establecimientos de residuo cero, etc.

  • Mi pequeña huella de plástico: Se basa en resolver dudas, dar consejos y recomendaciones para reducir el consumo de plástico.
  • Residuo Cero: esta plataforma muestra los establecimientos donde comprar productos a granel o de residuo cero, a través de una búsqueda por categorías que muestra geolocalización.
  • Objetivos de Desarrollo Sostenible: esta aplicación de la ONU ofrece información actualizada sobre los ODS, para mostrar cómo todo el mundo puede contribuir a su cumplimiento y diseñar sus propias iniciativas. Además, permite recibir notificaciones personalizadas sobre los ODS.
  • TAP: encuentra agua en cualquier lugar. El objetivo de esta aplicación es cambiar el uso de botellas de plástico por otro tipo de envases. La aplicación indica dónde se puede rellenar la botella y geolocaliza fuentes de agua.
  • Otra buena práctica es el comercio justo. Muchas empresas comercian, a través de él, pues es un tipo de comercio sostenible que busca reducir el consumo innecesario, contribuyendo a mejorar la calidad de vida en el planeta, y el equilibrio medioambiental, al generar menos residuos y garantizar la protección de los derechos laborales y humanos de los productores.

Desafíos actuales y futuros:

El CR es una actitud, un sentimiento y una creencia que tiene el individuo ante la decisión de consumir o no un determinado producto o servicio. Por tanto, el CR es un aspecto social y cultural que anima a utilizar productos fabricados y comercializados por empresas socialmente responsables.
El CR se refiere a las actitudes de personas y organizaciones basadas en criterios medioambientales, sociales y éticos. El principal reto para desarrollar un consumo más responsable es aumentar la conciencia social de las personas, en su comportamiento de consumo, es decir, su capacidad de tener perspectiva y empatizar con los demás, incluidas personas de otros orígenes y culturas.

Es básico hacer ver a las generaciones futuras lo importante que es ser conscientes del impacto de sus compras y reorientarlas hacia la responsabilidad. La educación y la cultura se convierten en puntos clave para apoyar la sostenibilidad económica, medioambiental y social. Para promover programas educativos, y de sensibilización, eficaces es necesario desarrollar conocimientos científicos sobre el comportamiento de los consumidores, para poder modificar actitudes y creencias hacia un consumo más responsable.

Para lograr este ambicioso propósito, es necesaria la colaboración entre ciudadanos, empresas y autoridades; un pacto trascendental que pueda transversalizar la cultura del CR en todos los ámbitos.

Referencias:

La aplicación SDG puede descargarse aquí:
https://sdgsinaction.com/es.html

Grifo- encontrar agua en cualquier lugar: sitio web de la organización:
https://findtap.com/network

El consumo como motor de cambio social:
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/consumo-como-motor-cambio-social/20200110173102169928.html 

OIT Trabajo decente y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible:
https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/documents/publication/wcms_470340.pdf 

UNEP Promoviendo la eficiencia de recursos:
https://www.unep.org/es/regiones/america-latina-y-el-caribe/iniciativas-regionales/promoviendo-la-eficiencia-de-recursos-2 
 

 



Sostenibilidad medioambiental en el uso de los recursosPulsa para leer  



Introducción:

El consumo es necesario ya que todas las personas necesitamos disponer de bienes y servicios que no podemos generar por nosotros mismos. Aunque el consumo es algo legítimo, la espiral de consumismo actual representa un exceso que se traduce en la sobreexplotación de los recursos del planeta. El problema es que no sólo utilizamos recursos que son finitos, y no se pueden renovar, sino que también sobreexplotamos aquellos que sí se pueden renovar y lo hacen a un ritmo inferior al que se consumen.

Los efectos más evidentes son el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, resultando en cambio en los patrones climáticos, aumento de las temperaturas, tormentas y olas de calor más intensas, sequía, deshielo y aumento del nivel del mar, contaminación atmosférica agotamiento de las fuentes de energía y minerales, exceso de residuos, pérdida de especies, escasez de alimentos más enfermedades y epidemias, pobreza, desplazamientos migratorios, aumento de la mortalidad, etc.

Reducir el consumo de recursos es esencial para garantizar la sostenibilidad medioambiental. Para ello, es necesario disponer de información que facilite el desarrollo de un consumo más responsable. Existen algunos indicadores críticos que deben conocerse.

Impacto/Beneficios:

Los principales conceptos que los consumidores deben conocer para evaluar el impacto de sus decisiones de compra son los siguientes:

Huella hídrica/ agua: todo lo que usamos, vestimos, compramos, vendemos y comemos requiere agua para su fabricación. La huella hídrica es una medida de la apropiación del agua dulce, por parte de la humanidad, en volúmenes de agua consumida y/o contaminada, es decir, la cantidad de agua utilizada para producir cada uno de los bienes y servicios que utilizamos. Puede medir la cantidad de agua necesaria para producir todos los bienes y servicios consumidos, por un individuo o una comunidad, una nación o toda la Humanidad. La huella hídrica per cápita europea es de 5.011 litros al día (en EE.UU asciende a 7.800 l. Algunas cifras impactantes, sobre la huella hídrica de bienes comunes:

-    Un kilo de carne de vaca requiere 13.000 l.
-    1 camiseta de algodón requiere 2.700 l.
-    1 taza de café requiere 140 l.
-    1 kg de chocolate requiere 17.196 l.
-    1 ciclo de lavadora requiere 148 l.
-    1 ducha requiere 140 l.

 

Huella de Carbono: la actividad humana genera gases de efecto invernadero (GEI) y, su rastro, se conoce como huella de carbono. Representa el volumen total de GEI producidos, expresado en toneladas de CO2 emitidas. Este indicador medioambiental mide las emisiones directas e indirectas de compuestos como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarbonos (HFC) y el dióxido de carbono (CO2), el más abundante y dañino. La huella de carbono se ha multiplicado por 11 desde 1961 y puede medirse en individuos, comunidades, empresas o países.

 

Producción y gestión de residuos: Europa produce, anualmente, más de 250 millones de toneladas de residuos municipales y más de 850 millones de residuos industriales. En 2020, los residuos municipales generados por persona, en la UE, ascendieron a 505 kg. Hay muchos tipos de residuos, como pilas, residuos biodegradables, escombros de construcción y demolición, vehículos al final de su vida útil, residuos de vertederos, de minería, de envases, de plásticos, sustancias peligrosas, lodos de depuradora, aceites usados, aparatos electrónicos, etc. El principal problema de los residuos no es sólo su producción, sino también su gestión. Es decir, la prevención, la recogida, el tratamiento y el reciclado. La UE se está esforzando por garantizar mayores cuotas de reciclado de residuos, en las próximas décadas.

 

Otros indicadores de los impactos ecológicos del consumo son el deterioro de la biodiversidad (terrestre y marina), la reducción de los espacios naturales, los efectos costeros, la generación y reciclaje de residuos climáticos, la ocupación, degradación y desertización; el consumo de materias primas y materiales no renovables.

 

Buenas prácticas:

Danone: el 81% de los envases de Danone son reciclables, reutilizables o compostables. En 2019, la empresa redujo sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en aprox. una 1/4, cinco años antes de su compromiso para 2025 y, el de huella de carbono cero, en toda su cadena de valor, para 2050.

IKEA: con proveedores de aprox. 50 países, el negocio de IKEA tiene un impacto significativo en los bosques del mundo y en la industria maderera. Por ello, sitúa la gestión responsable de los bosques en el centro del negocio, exigiendo a todos los proveedores de madera de IKEA que cumplan elevados requisitos forestales. Trabaja con socios internacionales, como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Forest Stewardship Council® (FSC), para combatir la degradación de los bosques y la deforestación; promoviendo la importancia de la gestión forestal responsable en toda la cadena de valor.
 

Tiendas Éticas Oxfam: es una empresa de tiendas tanto físicas, como virtuales, de productos de comercio justo y segunda mano, que se caracterizan por estar gestionadas por voluntarios, sin ánimo de lucro, así como por una gama de productos de comercio justo y éticos, 100% naturales, servidos en envases sostenibles y enviados con una huella de carbono neutra. Ofrece una amplia variedad de productos: alimentación, moda, cosmética natural y artículos para el hogar. Su objetivo es contribuir a reducir la pobreza, trabajar por la igualdad, la inclusión y luchar contra el cambio climático.

España: nuevo impuesto sobre la producción de plástico, que se aplicará a partir del 1 de enero de 2023, con un tipo impositivo de 0,45 euros por kilogramo, para los envases de plástico no reciclados. Ello supondrá unos ingresos totales de más de 700 millones de euros que, probablemente, se utilizarán para el pago de la contribución española, a la tasa europea sobre el plástico.

Desafíos actuales y futuros:

Para conseguir reducir y mitigar el consumo de recursos, se debe trabajar en línea con los objetivos de desarrollo sostenible especialmente orientados a ello:  ODS 6 (gestión saludable y eficiente del agua potable), ODS (desarrollo de fuentes de energía renovables, limpias y baratas); ODS 9 (mejora y el fortalecimiento de las infraestructuras industriales y la innovación), ODS 11 (hacer las ciudades más habitables y sostenibles), ODS 12 (promover el consumo y la producción responsables), ODS 13 (contra el cambio climático), ODS 14 (proteger el agua y la vida marina) y el ODS 15 (restaurar y defender los ecosistemas terrestres y la biodiversidad). Todo ello, con la colaboración e inversión público- privada, tal y como establece el ODS 17.  Por tanto, resumiendo, los grandes retos del futuro son:

  • Aumentar el nivel de educación y concienciación de la población (consumidores), hacia una forma de consumo más responsable.
  • Promover la inversión en innovación y desarrollo para avanzar en bienes, servicios y tecnologías más sostenibles, principalmente desde los gobiernos y empresas



Cómo ser un consumidor de recursos más responsable Pulsa para leer  



Introducción:

El consumo responsable implica aplicar las conocidas tres reglas básicas de la sostenibilidad: reducir, reutilizar y reciclar.
Para lograr un modo de consumo más responsable, el papel de los consumidores es esencial, pues en ellos recae parte de la responsabilidad: cuanto menos se consuma, menos se producirá, por lo que no podemos ignorar que “todos podemos hacer más”. Aunque la industria tiene un papel importante en el desarrollo de la economía circular, el comportamiento de los consumidores también podría ayudar a potenciar la demanda de productos de comercio justos; contribuyendo al cambio en la industria hacia la sostenibilidad.

 

Reducir el consumo de todo tipo de bienes y servicios significa ahorrar en materias primas, energía, agua, producir menos contaminación y residuos, al fabricarse menos cosas.

Un menor consumo también está ligado a la reutilización, evitando que se desechen bienes que aún son útiles, simplemente porque podemos comprar otros nuevos.

Y, cuando un bien ya no es apto para su uso, lo correcto es reciclarlo, reconvirtiendo sus residuos en materia, utilizarse en otros procesos o, simplemente, desecharse sin impacto negativo en el medio ambiente.

Todos debemos comprometernos con este objetivo, porque si no compramos innecesariamente, contribuiremos a un futuro mejor. Si mantenemos nuestra forma de consumo actual, necesitaremos al menos 2 planetas para sobrevivir ( y, obviamente, no tenemos 2 planetas).

Consejos y recomendaciones:

El papel de los consumidores, a través de pequeñas acciones cotidianas, es esencial para avanzar hacia una economía cada vez más circular. Tenemos que cambiar nuestra mentalidad hacia una forma de consumo más moderada y consciente.
Para ayudar a cambiar hábitos e inspirar a otros, he aquí algunos consejos prácticos:

PARA HACER:

  • Reduce el uso de agua y energía en tu día a día, cambiando hábitos, como, por ejemplo, utilizar la ducha en lugar de la bañera, apagar las luces y electrodomésticos que no estén en uso, moderar la temperatura de calefacción y refrigeración, adecuar tu hogar al ahorro de agua y energía, mantenerlos en un correcto mantenimiento, etc.
  • Rechaza los productos de un solo uso o desechables, especialmente los de plástico, y conserva los productos duraderos, utilizándolos varias veces.
  • Compra productos a granel, llevando sus bolsas a la tienda en envases retornables, como el mínimo embalaje.
  • Compra con frecuencia y en pequeñas cantidades, evitando el almacenamiento a largo plazo. Elige, también, envases rellenables y reutilizables.
  • Utiliza el transporte público, camine todos los días, monte en bicicleta, evite los ascensores. Haz las cosas con las manos, evita los aparatos eléctricos cuando sea posible y, en general, elige el modo de transporte, calefacción o refrigeración más eficiente desde el punto de vista energético.
  • La compra más sostenible es la que no se hace, por eso, reutiliza y restaura las cosas, adáptalas y alarga su vida, combina productos antiguos para crear otros nuevos a base de creatividad e imaginación.
  • Antes de comprar un electrodoméstico, o aparato electrónico, investiga sobre su vida útil, sigue las opiniones de los usuarios y elige productos de calidad y duraderos.
  • Lee y aprende a interpretar las etiquetas para conocer la clasificación energética, la composición y el origen de los productos que compras.
  • Realiza un buen mantenimiento periódico de sus electrodomésticos para reducir su consumo de energía y prolongar su vida útil.
  • Y, por último, dona lo que ya no vayas a utilizar a personas necesitadas o a tiendas de caridad.

NO HACER:

  • Rechaza el agua embotellada, ya que el agua del grifo, natural o filtrada es saludable y más barata.
  • Evita las bombillas convencionales y sustitúyelas por luces led.
  • Rechaza los productos de un solo uso y desechables, los envases de plástico, pequeños o los que contienen una pequeña cantidad de producto en un envase grande.
  • No mantengas los aparatos eléctricos en modo de espera, apáguelos; no deje las luces, la calefacción o el aire acondicionado encendidos innecesariamente, cuando no haya nadie dentro; mantenga las puertas o ventanas cerradas en los espacios climatizados.
  • No utilices el coche para trayectos cortos, ni el ascensor o las escaleras mecánicas para subir uno o dos pisos; evite el uso de aparatos mecanizados para tareas sencillas que podrían hacerse a mano en sus actividades cotidianas, al limpiar, cocinar, etc.
  • Evita el uso de recursos no renovables y elige los materiales reciclados. Asegúrate de que los productos que compras están fabricados con materiales de origen de comercio justo y rechaza los que carezcan de una certificación acreditada.

Referencias:

OCU Consumo Sostenible:
https://www.ocu.org/consumo-familia/consumo-colaborativo 

OXFAM Guía Consumo Sostenible:
https://recursos.oxfamintermon.org/ 

Portal Sostenible Sustentable. 50 ejemplos de Consumo Responsable y Sostenible:
https://sostenibleosustentable.com/es/economia-verde/ejemplos-consumo-responsable-sostenible/ 

Banco Mundial (Blog): “Hacer más con menos”
https://blogs.worldbank.org/es/opendata/hacer-m-s-con-menos-evaluemos-nuestro-consumo-y-producci-n

 

 





Área

Uso de los recursos

Nivel

Básico

Palabras claves

Consumo responsable; economía sostenible; recursos naturales; recursos renovables; recursos no renovables; agua; contaminación atmosférica; ODS 12; agenda 2030; economía circular; desperdicio

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