Consumo responsable en el uso de los recursosPulsa para leer
Introducción: Para 2050, se espera que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas, y eso significa que se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.
Los recursos naturales son aquellos elementos de la naturaleza que el ser humano utiliza para cubrir ciertas necesidades que garantizan su bienestar o desarrollo. Por ejemplo: agua, árboles, minerales, peces, aire, petróleo, etc.
El ODS 12 "Producción y consumo responsables" propuesto por la ONU llama a los gobiernos, las empresas y todos los ciudadanos a trabajar juntos para mejorar la eficiencia de los recursos, reducir los residuos y la contaminación, y dar forma a una nueva economía circular.
El consumo responsable (CR) se basa en las reglas 'R' de sostenibilidad: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar, así como en la elección de artículos de calidad respetuosos con el entorno natural y social.
Contenido del tema:
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El consumo sostenible / responsable (CS/ CR) de recursos es el uso consciente de servicios y productos minimizando el uso de recursos y reduciendo la contaminación, sin poner en peligro las necesidades de las generaciones futuras.
El CR, también llamado consumo ecológico, ético, crítico o verde, está relacionado con la consciencia de las limitaciones de los recursos naturales. Los consumidores comprometidos con este modelo conocen y contribuyen a mejorar el legado medioambiental bajo la premisa "vivir con menos es lo mejor para un planeta sostenible".
Los recursos naturales se pueden clasificar en:
- No renovables. Combustibles fósiles: petróleo, gas natural, carbón, energía nuclear, minerales, etc. que tienen un suministro limitado y no pueden utilizarse de manera sostenible.
-Renovables. Elementos de la naturaleza que se regeneran o renuevan periódicamente, como árboles, radiación solar, viento, peces salvajes, etc. Hay que cuidarlos porque su uso excesivo puede llevar a su extinción.
El CR tiene como fin reducir los costes económicos, ambientales y sociales, fortalecer la competitividad económica y luchar contra la pobreza. También tiene como objetivo avanzar hacia una economía más circular que mantenga los materiales, productos y servicios en circulación durante el mayor tiempo posible, reduciendo el uso de materiales, rediseñando insumos, productos y servicios y recuperando los residuos como nuevos recursos.
Residuo cero significa diseñar y gestionar productos y procesos para evitar/eliminar sistemáticamente el volumen y la toxicidad de los residuos y materiales, conservando y recuperando todos los recursos, evitando quemarlos o enterrarlos. La implementación de “cero residuos” eliminará todas las descargas a la tierra, el agua o el aire, que significan una amenaza para la salud planetaria, humana, animal y/o vegetal. Se trata de un objetivo ético, económico, eficiente y visionario, que guía a las personas en el cambio de sus prácticas y estilos de vida, emulando los ciclos naturales sostenibles que representan una verdadera economía circular desarrollada. Convertir a los consumidores en prosumidores (consumidores proactivos, comprometidos y responsables) será la clave para avanzar hacia una economía circular e incluso hacia un modelo de residuo cero que consiga eliminar todos los vertidos a la tierra, el agua y el aire, que amenazan la vida del planeta.
Buenas prácticas: Ejemplos de buenas prácticas de iniciativas gubernamentales para promover el consumo sostenible se pueden encontrar en el informe de la OCDE "promover el consumo sostenible", basado en proyectos realizados como los edificios y construcciones sostenibles (Finlandia), contrataciones públicas sostenibles (Suiza), turismo sostenible (Francia), educación para el consumo sostenible (Italia), etc.
El gobierno español ya llevó a cabo en 1978 una campaña publicitaria de televisión para reducir el uso de agua y energía después de la primera crisis del petróleo. Con el slogan “Ahorra. Incluso si puedes permitírtelo, España no puede". Actualmente, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico está llevando a cabo una campaña con el lema “¿eres adicto a los residuos? Tú también puedes salir de eso".
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La campaña “ODS observa Europa” habla de “¿Quién paga la factura?” para aumentar la conciencia sobre los impactos negativos que las políticas y prácticas europeas producen en el mundo, teniendo en cuenta los impactos ambientales y sociales más allá de nuestras fronteras en lugar de vivir en la ilusión de una Europa baja en carbono y eficiente en el uso de los recursos.
El greenwashing, también conocido como lavado ecológico o eco-blanqueamiento, es una mala práctica que consiste en orientar la imagen de marketing de una organización o empresa hacia un posicionamiento ecológico mientras sus acciones van en contra del medio ambiente.
Desafíos actuales y futuros: Afecta a todos los agentes implicados en la producción y el CR.
Desafíos de consumidores:
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-Aumentar el conocimiento para ajustar patrones de consumo.
-Aumentar la motivación ecológica desde la infancia en las familias, no sólo en la escuela.
-Convertirse en prosumidores: consumidores proactivos, comprometidos y responsables.
Desafíos de empresas:
- Producción de artículos más duraderos.
- Ayudar a reparar dispositivos, en vez de sustituirlos.
-Mejorar los sistemas de fabricación y logística, energéticamente y en recursos.
-Desarrollar modelos de negocio alineados con la economía circular.
-Implementar procesos ecológicos verdaderos, frente al greenwashing.
Desafíos del gobierno y sector público:
-Incorporar la educación ambiental y el CR en todos los planes de estudios.
- Crear campañas permanentes de sensibilización.
-Animar a las empresas hacia la economía circular, más allá del programa Next-Generation.
- Proporcionar apoyo a las familias en el consumo de energía y agua.
-Sancionar el consumo de recursos no renovables para desincentivar su uso.
Otros desafíos:
-Analizar los posibles efectos secundarios a largo plazo de la producción de energía sostenible, como aerogeneradores y parques solares.
-Investigar e innovar para reducir la demanda de agua y otros recursos.
-Potenciar el papel de entidades y asociaciones para avanzar hacia una economía más circular.
-Estimular la participación de ciudadanos, comunidades y asociaciones, dando visibilidad a sus buenas prácticas y casos de éxito.
El peso de la economía en el consumo de recursosPulsa para leer
Introducción:
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Las necesidades de los ciudadanos requieren de bienes y servicios: alimentos, ropa, casas, carreteras, hospitales, escuelas, etc. Los recursos productivos son todos aquellos utilizados para producir, como materias primas, mano de obra, maquinaria, energía, edificios, capital financiero, etc.
El problema económico fundamental es que los recursos productivos son limitados por lo que no todas las necesidades pueden satisfacerse con los recursos disponibles.
Si continúan los patrones de consumo actuales, los recursos naturales continuarán degradándose y agotándose, amenazando su futuro.
La respuesta a este reto radica en la economía circular: un modelo de producción y consumo que implica reutilizar, reparar y reciclar materiales y productos el mayor tiempo posible, extendiendo su ciclo de vida y reduciendo al mínimo los residuos. Cuando un producto termina su vida útil, sus materiales se pueden guardar para ser utilizados una y otra vez, tratando de alcanzar la producción de cero residuos.
Impacto/Beneficios: La economía circular revoluciona la forma en que diseñamos, producimos y consumimos, fomentando modelos de negocio responsables basados en la creación de valor real, la viabilidad económica y la prestación de utilidad a la sociedad mediante la Responsabilidad Social Corporativa. La aplicación de la economía circular tiene un impacto directo en la lucha contra el cambio climático y la prevención de residuos, y podría generar ahorros en costos de materiales y energía en diversos sectores, como la construcción y el plástico.
Su aplicación tiene un impacto directo en la lucha contra el cambio climático y la prevención de residuos, y podría generar ahorros en costos de materiales y energía en diversos sectores, como la construcción y el plástico. Cambiar la forma de producir y usar acero, cemento, aluminio y plástico podría reducir las emisiones de GEI hasta un 40% para 2050 y el uso de acero reciclado para construcción podría generar un ahorro del 25% en costos de material por tonelada de acero.
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El uso de los principios de circularidad en la construcción podría reducir materiales y costos (p.e. producción modular e impresión 3D), y reducir la producción y consumo de plástico podría evitar un tercio de la generación mundial de residuos plásticos para 2040, por lo que la transición a una economía circular es crucial dada la generación global de residuos. Según Accenture, las prácticas de economía circular (CE) contribuirían con 4,5 billones de dólares hasta 2030 al cerrar la brecha de circularidad.
Por tanto, la economía circular ofrece oportunidades para la creación de valor a nivel de la industria, como el mercado de envases retornables y de ropa de segunda mano, y podría generar un beneficio económico neto de 1,8 billones de euros para Europa para 2030. La implementación de ambiciosas medidas circulares en Europa también podría generar alrededor de 700.000 nuevos puestos de trabajo.
Buenas prácticas: Las empresas, como principales protagonistas del cambio hacia un modelo productivo más sostenible, deben incorporar buenas prácticas derivadas de sus acciones. Algunas buenas prácticas empresariales que destacar:
● Mercadona, Makro, Carrefour, supermercados y tiendas que aplican descuentos a los alimentos cercanos a su fecha de caducidad, mediante la identificación fácilmente con pegatinas de colores que indican el descuento aplicado.
● Triodos Bank utiliza el dinero de ahorros e inversores para financiar únicamente proyectos sociales, medioambientales y culturales.
● El proyecto “RC4ALL” de Endesa utiliza la inteligencia artificial para conseguir un consumo energético responsable, generando recomendaciones personalizadas a los clientes para un consumo eficiente.
● “Economía Circular en Acción” es una plataforma formada por las empresas Cosentino, Ecoembes, Faconauto, GM Tecnologías Ferrovial Servicios, IKEA, Mercadona, Oficemen y Sedigas, con el objetivo de dar visibilidad a proyectos circulares que aporten inversión a la economía y generen oportunidades de empleo. Así busca ser una palanca para establecer las bases de un crecimiento sólido. Actualmente, la plataforma reúne 19 proyectos de economía circular que suponen una inversión agregada de 9.555 millones de euros y una generación de 4.750 empleos directos en España.
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Desafíos actuales y futuros: La economía mundial actual solo es un 8.6% circular, lo que significa que solo podemos reutilizar el 8.6% de los materiales vírgenes que utilizamos. Este enfoque económico insostenible tiene un impacto negativo en el medio ambiente, la ecología, la sociedad y la salud.
Por ello, es crucial que adoptemos prácticas comerciales más eficientes y promovamos una economía circular, lo que implica la implementación de cadenas de valor sostenibles y modelos de negocio responsables que generen beneficios para todas las partes involucradas. Además, la transparencia empresarial y la educación de los consumidores son esenciales para el desarrollo de mercados sostenibles y de indicadores económicos de sostenibilidad. La sostenibilidad no solo es rentable, sino que también es un compromiso estratégico a largo plazo para el futuro.
El programa NextGenerationEU es una oportunidad importante para avanzar hacia una economía más circular. Con un presupuesto total de 2,018 billones de euros, esta iniciativa contribuirá a una Europa más verde, más digital y más resiliente después de la pandemia del COVID-19.
Consumo de recursos, ciudadanos, sociedad y culturaPulsa para leer
Introducción:
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El consumo responsable de recursos (CR) no es solo ser consciente de su impacto en el medioambiente. CR es la toma de conciencia, por parte del consumidor, sobre sus derechos y deberes, como actor en el mercado, respecto a los demás, la existencia de otras comunidades y países.
Un consumidor socialmente responsable compra y usa productos desde una nueva perspectiva: la relación entre sostenibilidad y consumismo, además de las circunstancias políticas, culturales, sociales y económicas, de cómo ha sido producido un bien. Este nuevo consumidor solidario se preocupa por cómo se han obtenido, procesado y generado los recursos para fabricar los productos, considerando a las personas, así como las condiciones de dónde se han originado. Asimismo, considera los efectos de la globalización, la explotación, la pobreza, los desequilibrios entre naciones ricas y pobres, la falta de respecto por los derechos humanos y laborales en muchos países, la dilución de la tradición y conocimiento ancestral por causa de la estandarización, etc.
Impacto/Beneficios: Por tanto, es el momento de consumir responsablemente, considerando las consecuencias que, el consumo, puede tener en las personas, la sociedad, los países y el planeta.
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Un consumidor socialmente concienciado se involucra en el cambio social a través de su poder de compra, asumiendo la responsabilidad que le corresponde, como parte de la solución a los problemas sociales, a través de su comportamiento de compra.
Hay signos de cambio en los patrones de consumo y estilos de vida. Las personas son más responsables en cuanto a lo que consumen. De hecho, la consciencia social y cultural ha ido evolucionando con el tiempo, desde la llamada de atención del Club de Roma, en 1972, hasta las Cumbres mundiales sobre desarrollo sostenible que, desde 2002, se vienen realizando (última, en 2023, Nueva Delhi, India)
El CR se basa en valores sociales y éticos, haciéndose eco de los efectos de la globalización y temas como la igualdad de género, el respeto por los derechos humanos, la protección de la infancia, las condiciones de trabajo en países del tercer mundo, la relocalización y subcontratación, las consecuencias de la migración y despoblación, etc.
El CR actúa, principalmente, en los siguientes ámbitos:
SOCIAL: Es un acto consciente y premeditado de lucha contra la presión que ejercen la publicidad y modas impuestas, concentrando sus esfuerzos, para el cambio social, en la transformación de pequeños gestos diarios, en actos de ciudadanía verdadera, que contribuyan al cambio en las reglas y patrones de producción y consumo.
El CR ayuda a la igualdad social, favoreciendo el comercio local, el de proximidad y protegiendo a las empresas más vulnerables.
El CR es un cambio de estilo de vida, que repercute en el bienestar y salud de las personas. El empoderamiento de los consumidores refuerza su rol y capacidad para influenciar y transformar el Mundo; para defender culturas y la diversidad, para proteger la multiculturalidad.
LEYES, DERECHOS LABORALES Y DERECHOS HUMANOS: El CR promueve empresas socialmente responsables ayudando a desarrollar medidas, programas, políticas, prácticas y acciones en defensa de los derechos humanos, condiciones laborales justas y garantía jurídica en todo el mundo, en línea con los ODS.
Buenas prácticas: En el CR, las buenas prácticas están básicamente relacionadas con apoyar a las empresas socialmente responsables (ESR), a través del consumo. Existen algunos certificados que pueden ayudar, a los consumidores, a identificar a estas (ESR):
SA 8000 es el estándar independiente más aceptado a nivel mundial. Tiene como objetivo desarrollar, mantener y aplicar prácticas socialmente, en los centros de trabajo. La certificación SA 8000 aborda cuestiones como el trabajo forzado e infantil, la salud y la seguridad en el trabajo, la libertad de asociación y la negociación colectiva, la discriminación, las prácticas disciplinarias, las horas de trabajo, la remuneración y los sistemas de gestión.
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NORMA IWAY DE IKEA: La visión de IKEA es mejorar la vida diaria de las personas. Todas las empresas que operan bajo la marca IKEA, así como sus proveedores, están sujetos a la norma IWAY. Su objetivo es cuidar de las personas, el planeta y los animales. Cuando las personas, el planeta y los animales se tratan con respeto, los trabajadores son más productivos, los recursos se utilizan de forma más eficiente y el negocio prospera. “Nuestros clientes también se benefician, ya que saben que, todos los productos que vende IKEA se producen, transportan, entregan y montan de forma responsable; y que, los proveedores de nuestras tiendas, los puntos de contacto con los clientes y los centros de producción mantienen buenas condiciones sociales, medioambientales y de bienestar animal, en todas las fases de la cadena de valor de IKEA".
Moda re (CARITAS): Caritas Internationalis es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social. En España, Cáritas ha desarrollado una cadena de tiendas de segunda mano para la recogida, reventa y reciclaje de textil, con los objetivos de favorecer el acceso al mercado laboral de personas en riesgo de exclusión; gestionar y dignificar la entrega social a familias con escasos recursos; y dar a la ropa recogida el mejor tratamiento, respetando la jerarquía de residuos.
Programas de sensibilización 5Rs para niños y adultos: un ejemplo de empresa centrada en el diseño y desarrollo de acciones para de concienciación en temas de sostenibilidad es Ecoideas Consultoría. Ecoideas realiza programas de educación para colegios, institutos y ciudadanos que, más allá de aprender qué y cómo aplicar las 5Rs, "lo hacen" con los participantes, en sesiones cortas en la práctica.
Desafíos actuales y futuros: El principal reto para desarrollar un consumo más responsable es aumentar la conciencia social de las personas, en cuanto a sus hábitos de consumo, es decir, su perspectiva y capacidad para empatizar con los demás, incluidas personas de otros orígenes y culturas. En definitiva, es fundamental potenciar la comprensión de las normas sociales y éticas de comportamiento, así como reconocer cómo afectamos a los recursos del mundo, de la sociedad y de nuestra comunidad.
Es básico hacer ver a las generaciones futuras lo importante que es ser conscientes del impacto de sus compras y reorientarlas hacia la responsabilidad.
La educación y la cultura son claves para la sostenibilidad económica, medioambiental y social.
Se requiere más investigación científica sobre las claves del comportamiento del consumidor, su actitud y motivaciones que apoyen programas educativos -y de sensibilización- eficaces. Además, es importante formar a los consumidores sobre las normas y certificaciones que garantizan una producción responsable, para que sepan entender e interpretar el etiquetado de los productos y puedan tomar decisiones más sensatas y fundamentadas.
La consciencia social y cultural tiene un reto principal: el movimiento colectivo contagioso que transforme la forma en la que se consume y produce en el mundo. De igual manera, esta situación debería motivar un compromiso global, por parte de administraciones, empresas y ciudadanos, que genere planes de acción para una vida y consumo sostenibles.
Sostenibilidad medioambiental en el uso de recursosPulsa para leer
Introducción:
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El consumo es necesario. Todos necesitamos disponer de bienes y servicios, que no podemos generar por nosotros mismos. Pero, aunque es algo legítimo, la espiral de consumismo actual representa un exceso que se traduce en la sobreexplotación de los recursos del planeta. El problema es que no sólo utilizamos recursos que son finitos -y no se pueden renovar-, sino que también sobreexplotamos aquellos que sí se pueden renovar, a un ritmo inferior al que se consumen.
Los efectos más evidentes son el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, con las consecuencias que ello conlleva: cambio climático, aumento de las temperaturas, tormentas y olas de calor, sequía, deshielo y aumento del nivel del mar, contaminación atmosférica, agotamiento de las fuentes de energía y minerales, exceso de residuos, pérdida de especies, escasez de alimentos, más enfermedades y epidemias, pobreza, desplazamientos migratorios, aumento de la mortalidad, etc.
Reducir el consumo de recursos es fundamental para garantizar la sostenibilidad medioambiental, pero es necesario disponer de información que facilite el desarrollo de un consumo más responsable. Existen algunos indicadores críticos que debemos conocer -y tener en cuenta- en nuestras decisiones de compra, si queremos conseguir una vida más responsable.
Impacto/Beneficios: Huella hídrica: todos los productos y servicios necesitan agua para su fabricación. La huella hídrica mide la cantidad de agua utilizada para producir cada uno de los bienes y servicios que utilizamos. Puede medirse para un único proceso o para toda una empresa. También puede decirnos cuánta agua se consume en una cuenca fluvial concreta o de un acuífero. También es posible utilizarla para saber la cantidad de agua necesaria para producir todos los bienes y servicios consumidos por un individuo, comunidad, nación o toda la Humanidad. Esto incluye, también, la huella hídrica directa, que es el agua utilizada directamente por un individuo o individuos; y la indirecta, que es la suma de las huellas hídricas de todos los productos consumidos. La huella hídrica per cápita europea es de 5.011 litros al día (en EE.UU asciende a 7.800 l).
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Huella de carbono: el rastro de gases de efecto invernadero (GEI), provocado por acción humana, se conoce como huella de carbono. Representa el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI), producidos por las actividades económicas y cotidianas del ser humano, expresado en toneladas de CO2 emitidas. Este indicador medioambiental mide las emisiones directas e indirectas de compuestos como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O), los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC), el hexafluoruro de azufre (SF6), y, sobre todo, el más abundante y que más contribuye al calentamiento global desde 1990: el dióxido de carbono (CO2). La huella de carbono se ha multiplicado por 11 desde 1961 y representa ya el 60% del impacto total, sobre el medio ambiente. Puede medirse para individuos, comunidades, empresas o países.
Producción y gestión de residuos: Europa produce anualmente más de 250 millones de toneladas de residuos municipales y más de 850 millones de residuos industriales. La tasa media anual de su aumento, desde 1985, en la zona europea de la OCDE, se estima en torno al 3%. En 2020, la cantidad de residuos municipales generados, por persona, en la UE ascendió a 505 kg; 4 kg por persona más que en 2019 y, 38 kg, más que en 1995. El principal problema con los residuos no es solo su producción, sino también su gestión, es decir, su prevención, recogida, tratamiento y reciclaje. Los Estados de la UE deben esforzarse por garantizar las siguientes cuotas de reciclado de residuos, para 2030: 80% de papel y cartón, 70% de envases, 80% de metales ferrosos, 75% de vidrio, 60% de aluminio, 55% de plástico y 30% de madera. También, se han fijado objetivos para los residuos municipales, cuyo reciclado deberá ser de al menos del 60%, en 2030.
Otros indicadores significativos del impacto ecológico del consumo son los siguientes:
● Pérdida de biodiversidad terrestre y marina, reducción de zonas salvajes, efectos costeros.
● Generación y reciclado de residuos plásticos.
● Ocupación del suelo, degradación, desertificación.
● Consumo de materias primas y materiales no renovables.
Buenas prácticas:
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Paneles solares para la UE: en diciembre de 2022, el Parlamento votó a favor para que en todos los países miembros, los nuevos edificios tengan paneles solares, y garantizar que los permisos para instalar equipos de energía solar se concedan en el plazo de un mes. Para las instalaciones por debajo de 50 kW, bastaría con un simple procedimiento de notificación. La instalación de equipos solares estaría exenta de la obligación de realizar una evaluación de impacto ambiental. El proceso para expedir un permiso para la instalación de bombas de calor no debería exceder de un mes.
Sistemas duales de suministro de agua: los sistemas duales de distribución implican el uso de suministros de agua de dos fuentes distintas en dos redes de distribución separadas, funcionando independientemente, dentro de la misma zona de servicio. Los sistemas de doble distribución suelen utilizarse para suministrar agua potable, a través de una red de distribución y, agua no potable, a través de la otra. Se utilizarían para aumentar el suministro público de agua no tratada o apta, para fines distintos del consumo humano. Por ejemplo, para la extinción de incendios, el lavado de sanitarios, la limpieza de calles o el riego de jardines ornamentales o césped.
Logística Verde / Entrega ecológica: consiste en de minimizar el daño al medio ambiente provocado por las operaciones logísticas de una organización. La logística incluye el transporte y procesos de consumo intensivos de recursos, como compras, gestión de inventarios, almacenamiento, cumplimiento de pedidos y la distribución. También, incluye procesos inversos como la logística de eliminación relativa a la reutilización, el reciclaje y la eliminación de residuos. Algunos ejemplos de logística sostenible son Lidl, IKEA o UPS.
Meliá Hotels International ha sido reconocida como la compañía hotelera más sostenible de España y Europa, por tercer año consecutivo (2019, 2020, 2021). Además, la compañía ocupa el segundo puesto en el ranking mundial elaborado por S&P Global, la agencia de inversión sostenible que evalúa a las empresas del Índice Dow Jones de Sostenibilidad. “Con presencia global en cuatro continentes, estamos comprometidos a trabajar por un nuevo modelo hotelero sostenible y responsable, aumentando la contribución de la industria a la sociedad y ayudando a proteger el planeta. Estamos muy orgullosos de que Meliá sea la marca que lidere esta transformación y de que se nos considere un referente de sostenibilidad en el mundo, ya que ésta será clave para el turismo del futuro”, declaró Gabriel Escarrer, su Consejero Delegado.
Desafíos actuales y futuros: Para conseguir reducir y mitigar el consumo de recursos, se debe trabajar en línea con los objetivos de desarrollo sostenible especialmente orientados a ello:
● ODS 6 para una gestión saludable y eficiente del agua potable.
● ODS 7 para el desarrollo de fuentes de energía renovables, limpias y baratas.
● ODS 9 para la mejora y el fortalecimiento de la infraestructura industrial y la innovación.
● ODS 11 para hacer las ciudades más habitables y sostenibles.
● ODS 12 para promover el consumo y la producción responsables.
● ODS 13 para actuar contra el cambio climático.
● ODS 14 para proteger el agua y la vida marina.
● ODS 15 para restaurar y defender los ecosistemas terrestres y la biodiversidad.
● Todo ello requiere colaboración e inversión público- privada, tal y como establece el ODS 17.
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Podemos resumir los grandes retos del futuro en dos bloques:
● Aumentar la educación y concienciación de la población (consumidores), hacia una forma de consumo más responsable. Esta educación integradora debe comenzar en la escuela y desarrollarse a lo largo de toda la vida, para que tenga impacto en la demanda del mercado.
● Promover la inversión en innovación y desarrollo para avanzar en bienes, servicios y tecnologías más sostenibles, que concierne principalmente gobiernos y empresas, para influir en la oferta del mercado.
Cómo ser un consumidor de recursos más responsablePulsa para leer
Introducción: El consumo responsable implica aplicar las conocidas reglas básicas de la sostenibilidad, originalmente las “3 R” (reducir, reutilizar, reciclar) que recientemente, se han ampliado a 7 e, incluso, 10: repensar, rechazar, reducir, reutilizar, rellenar, renovar, recuperar, reparar, devolver, reciclar. Reducir el consumo de bienes y servicios significa ahorrar en materias primas, energía, agua, ocupación del suelo, producir menos contaminación y residuos, al tener que fabricar menos.
Para lograr un modo de consumo más responsable, el papel del consumidor es esencial, ya que es la demanda del mercado la que impulsa la oferta. En consecuencia, asignar una parte de la responsabilidad al consumidor es necesario para lograr un modo de vida más consciente. No olvides que ”tú puedes hacer más” por la sociedad, por el planeta e, incluso, por ti mismo.
Se exige a los consumidores que apuesten por reducir el consumo, y eso puede hacerse reutilizando. Es decir, evitando desechar bienes que aún son útiles. Cuando un bien ya no es apto para su uso, lo correcto es deshacerse de sus residuos de forma que puedan ser recuperados, como materia prima; utilizados en otros procesos o desechados, sin impacto negativo para el medio ambiente.
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Es muy necesario un cambio cultural para pasar del modo de consumo de “usar y tirar”, al de “reducir-reutilizar- reciclar”.
Desarrollar un consumo más responsable es positivo para las personas y las familias: la austeridad hace a las personas más fuertes, resilientes y autónomas. Al limitar el consumo innecesario, no solo ahorramos dinero, sino que reforzamos nuestra fuerza de voluntad y la capacidad de controlar nuestras vidas, creando hábitos que a largo plazo beneficiarán a nuestra mente, salud y finanzas. Para las familias, además de suponer un importante ahorro, moderar el consumo es muy educativo para niños y jóvenes, ya que aprenden a dar valor a las cosas, incorporando estos hábitos a sus vidas.
Cuando se reutilizan bienes, a menudo, es necesario pensar en nuevas funcionalidades y usos, en cómo repararlos o renovarlos. Este gesto potencia la creatividad, el ingenio y la capacidad de innovación, abriendo las mentes..
Un indicador impactante es el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra. También llamado Día de la Deuda Ecológica, indica el día del año que hemos agotado todos los recursos naturales existentes para todo el año, consumiendo más allá de lo que tenemos. El EOD se ha adelantado del 29 de diciembre, de 1970, al 28 de julio de 2022: estamos necesitando casi 2 planetas para sostener nuestro modo de vida y, esa cifra, en los países desarrollados, se eleva a 2,5/3 planetas.
Consejos y recomendaciones: Aunque la atención para lograr un modo de vida más sostenible debe centrarse en la industria, los consumidores también están llamados a desarrollar mejores hábitos. Cambiar las cadenas de valor de producción y el uso de los recursos llevará tiempo. El papel de los consumidores, a través de sus pequeñas acciones cotidianas, es importante para avanzar hacia una economía cada vez más circular.
Para ayudarte a cambiar hábitos e inspirar a otros, he aquí algunos consejos prácticos:
PARA HACER
● Reduce el uso del agua y energía en tu vida diaria, realizando acciones que puedan ayudar a este fin: utiliza la ducha, en lugar de la bañera; apaga las luces y electrodomésticos que no estés utilizando; modera la temperatura de la calefacción o refrigeración; adapta tu vivienda para el ahorro de agua y energía, mantén un correcto mantenimiento de ésta, etc.
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● Rechaza los productos desechables, de un solo uso (sobre todo, si son de plástico) y no te dejes engañar por el “greenwashing”: un producto desechable de celulosa no es más sostenible que uno de plástico. Lo sostenible es tener productos duraderos y utilizarlos varias veces.
● Compra productos a granel, llevando sus bolsas a la tienda, en envases retornables, y mínimo número. Elije productos locales y adquiérelos en mercados tradicionales, compre con frecuencia, en pequeñas cantidades, evitando su conservación o almacenamiento a largo plazo, rellena -y reutiliza- envases y recipientes.
● Elija el transporte público, camine todos los días, monte en bicicleta, utilice las escaleras en lugar del ascensor. Haz las cosas con las manos, evita el uso de aparatos eléctricos, en la medida de lo posible y, en general, elige el modo de transporte, calefacción o refrigeración más eficiente, desde el punto de vista energético.
● La compra más sostenible es la que no se hace, así que, reutiliza y restaura, adapta y alarga su vida, practica el “upcycling”, aprovechando los residuos para crear nuevos productos, de manera creativa. Y, por último, dona lo que ya no vayas a utilizar, a personas necesitadas o a tiendas de caridad.
● Antes de comprar un electrodoméstico o aparato electrónico, investiga sobre la obsolescencia programada, sigue opiniones de otros usuarios. Elige productos de calidad, duraderos y con una trazabilidad conocida. Lee y aprende a interpretar las etiquetas, para conocer la clasificación energética, la composición y el origen de los productos. Mantenlos regularmente en buen estado, para reducir su consumo de energía y alargar su vida útil.
NO HACER
● Evita el agua embotellada, ya que el agua del grifo, natural o filtrada es saludable y más barata. Evita las bombillas convencionales y sustitúyelas por luces led.
● Rechaza productos de un solo uso y desechables, envases de plástico, presentaciones pequeñas, mercancía con poca cantidad de producto en un envase grande.
● No mantengas aparatos eléctricos en modo de espera, apágalos; no enciendas luces innecesariamente, no dejes la calefacción -o la refrigeración- en marcha cuando no haya nadie dentro; evita abrir y cerrar repetidamente puertas o ventanas, en espacios climatizados.
● No utilices el coche para trayectos cortos, ni el ascensor, o las escaleras mecánicas, para subir uno o dos pisos; evita el uso de aparatos mecanizados, para tareas sencillas de limpieza de casa o en la cocina.
● Evita el uso de recursos no renovables y elige materiales reciclados, siempre que sea posible. Asegúrate que muebles, ropa y materiales de construcción que compras tienen un origen conocido y de comercio justo; y rechaza los que no tengan una certificación acreditada.
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